Los niños y adolescentes de hoy hacen un uso intensivo de las nuevas tecnologías, lo que puede crearles ansiedad. La mitad confiesa que ha respondido un ´sms´ o una llamada cuando ya estaban dormidos.
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA Desde hace un tiempo a esta parte, los niños españoles no nacen con un pan debajo del brazo. Lo hacen con un móvil. O con un ordenador. El uso de las nuevas tecnologías constituye una base sólida en su día a día. Han crecido aprendiendo a navegar por internet y a mandar ´sms´. Es, la generación interactiva, como la denominan los profesores de la Universidad de Navarra Xavier Bringué y Charo Sádaba, que la pasada semana presentaron en Madrid su estudio ´Niños y adolescentes ante las pantallas´.
Entre otras cosas, el informe concluye que más de la mitad de los menores confiesa que ha respondido un mensaje corto o una llamada de noche, cuando ya estaban acostados, porque no hacerlo les genera ansiedad. Y es que sólo un tercio de los jóvenes apaga el móvil en alguna ocasión a lo largo del día. Y la muestra es muy representativa. Entre marzo y junio de 2009, los autores del libro han entrevistado a más de 13.000 menores españoles de entre 6 y 18 años de edad.
Los jóvenes hacen un uso intensivo de las nuevas tecnologías. Eso es evidente. El reto consiste, precisamente, en fomentar y garantizar un uso adecuado y responsable. El ejemplo de los padres es fundamental, también en este aspecto, según Charo Sádaba, que propone crear un ´parking de móviles´ en casa, donde se dejen los terminales cuando la familia esté reunida.
Otros datos que pueden resultar inquietantes: el 100% de los encuestados que tiene 16 ó 17 años dice tener móvil propio y un tercio de los menores reconoce que lo tiene porque se lo regalaron sus padres, sin que lo hubieran pedido. La precocidad es una característica de esta generación interactiva, es decir, cada vez los niños tienen acceso a las nuevas tecnologías a edades más tempranas. El 25% de los escolares españoles de entre 6 y 9 años de edad tiene móvil propio y otro 30% declara que usa el móvil de otra persona, para enviar ´sms´ o para jugar. "Es una generación muy equipada que tiene mucho de todo", explica Sádaba. La capacidad de acceder a la tecnología parece infinita.
Víctimas o verdugos. Esta familiaridad tiene otros riesgos. ¿En qué medida los adolescentes españoles han sido víctimas o verdugos de lo que se ha venido a llamar ´ciberbullying´, es decir, acoso por internet? El 8% asegura haberse sentido alguna vez perjudicado en este sentido y el doble, es decir, el 16%, ha ejercido este acoso a través de la red. "Hay el doble de verdugos que de víctimas, y las chicas son las más utilizan las nuevas tecnologías en uno u otro sentido", añade la autora del libro.
Para evitar este tipo de abusos, Sádaba también plantea que los ordenadores no estén en el dormitorio del adolescente, sino en un lugar de casa donde los padres puedan preguntar con naturalidad en qué páginas está navegando, "sin que haya puertas cerradas de por medio". "El 38% de los escolares encuestados tiene el ordenador en su cuarto", agrega.
Internet ya supera a la televisión en las preferencia de los adolescentes. La televisión es como la radio para generaciones anteriores, ya que la mayoría de los jóvenes la ve mientras hace otra cosa. Por ejemplo, chatear o hablar por el móvil, de nuevo el móvil, en el 20% de los casos.
La Opinión de Málaga
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